viernes, 24 de junio de 2011

Contornos abiertos

Heme aquí de nuevo, en mis soledades... ¿quién dijo eso?

Bueno, el caso es que estoy aquí para desdibujar estos contornos, para permitir que creen nuevos espacios, nuevos límites ilimitados. Límites sonoros, espacios y tiempos rítmicos que recuerdan momentos, tiempo, tempo, música. En fin, que he decidido que este espacio proporcione espacio y sea lugar para otros lugares. Entre ellos, música. Voy a ir colgando aquí poco a poco mis "perlas", empezando por alguna versión y prometo colgar material original. Lamento que la calidad no sea todavía la suficiente y que los ritmos no estén muy currados, la verdad, pero todo se limita a una sesión de un par de horas normalmente.

La verdad, para ser sinceros y quitando el toque poético a esta entrada, lo he hecho por la imposibilidad de colgar en mi web material audiovisual. Ya se sabe, hostings gratuitos de quien te da el servicio de ADSL que, en nombre de la tan nombrada y vapuleada Ley de la Propiedad Intelectual y los supuestos derechos de los autores, violan el derecho de un autor a poner donde le salga de las pelotas (con perdón) su obra. Mis derechos no los rige la SGAE ni cualquier otra organización con ánimo de lucro similar. De hecho, de aquello que se ha publicado nunca he recibido ni un sólo céntimo de estos malandrines y, sin embargo, les he tenido que pagar por ello. Y dicho sea de paso, se prohíbe que haga público lo que podría proporcinarme beneficios en un momento dado. Añadir además para estos rufianes... y porque casi me obliga la ley: no obtengo ningún beneficio de las versiones que toco y grabo en mi casa (gracias a los Dire Straits por acompañarme en tantas sesiones de guitarra, eso sí), por lo que puedo publicar aquí lo que me de la real gana. Eso sí, no puedo dejar de decir que es Water of love, del señor Knopfler, don Mark.

Espero que lo disfrutéis como yo lo hago...