miércoles, 6 de julio de 2011

Encantado de conocerle

Hay ocasiones en las que te visita el duende, te invade el daimon del que hablaban los antiguos griegos (siempre son "antiguos"). Esta ha sido una de ellas.Sentir correr por tus venas la presencia de un dios que no lo es (porque todos han muerto al oír a uno decir que era el único), el ritmo que hace latir el corazón, el sístole y el diástole del blues, la dilatación y relajación casi sexual que se siente cuando el ritmo te invade como una horda bárbara arrasándolo todo.

Además de todo, esto es un breve recuerdo a muchas personas y personajes que se cruzan contigo, que te marcan de una forma ineludible y a los que, por lo menos, se les debe respeto y simpatía. Viejos maestros...

Aquí os dejo con sus "simpáticas" majestades.


No hay comentarios: