viernes, 15 de julio de 2011

Sólo una noche

     El otro día publiqué una entrada titulada Bluesman con una vieja canción de Billy Myles. Pero si algún tema en especial significa el blues para mi, es éste. Se estaban acabando los años ochenta. Yo tocaba mi vieja guitarra española de doce mil pesetas (un dineral en esa época, especialmente para un adolescente) mientras escuchaba a los Dire Straits. Escuché un par de cosas de Eric Clapton, y me gustó. Pero fue entonces cuando cayó en mis manos una cinta grabada ("años ha" la piratería era más cutre) con el disco Just one night (At Budokan) de Clapton. Yo tenía quince o dieciséis años. Estaba acostumbrado a escuchar música más o menos melódica. Incluso los primeros Dire Straits, con su Honky Tonk y su voz rasgada, eran bastante "musicales". Me acompañaba del disco de Clapton tocando las canciones más conocidas, en especial Wonderful Tonight. Pero había una canción que me impactó, de la que no sabía ni su nombre (inconvenientes de las cintas "pirateadas", ahora salen mejor que los originales). Era un blues de diez minutos impresionante. Me encantó, me transtocó, me metamorfoseó. Lo tocaba y no sabía. Era sencillo y al mismo tiempo totalmente complicado. Son tres acordes, tres notas... ¿por qué no me sale? Desde entonces decidí esforzarme en comprender esa música, en poder hacerla, en poder sentirla.

     Cuando tuve un poco de dinero acabé comprándome el disco original en CD (de BSO, que luego fue Polydor, qué recuerdos!!!!). Desde entonces decidí que mi vida serían unos vaqueros, unas botas, un chaleco y una Fender Stratocaster, y que gritaría a los cuatro vientos que Clapton es dios y que Johnny Patillas es su profeta. Han pasado mucho años desde entonces, la movida se acabó, toda esa gente pasó y ya tenemos veinte años más. La Strato que llegó de Nueva York a mitad de precio sigue aquí conmigo. El resto de cosas es posible que hayan cambiado. Le decían a Clapton que cómo se podía tocar blues con trajes de mil dólares. No creo que tenga mucho que ver si algo he aprendido en estos años. De hecho esta canción habla de lo contrario ("en esta generación de millonarios, es difícil conseguir ropa decente que ponerse"). Hay que vivirlo.

     Hoy comparto una vivencia, no una canción. La he hecho con el ritmo original de Otis Rush pero con la misma (o bastante más) saturación de Clapton. Os dejo con este doble aprieto.



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