atrévete a soñar,
comienza cada día
aprendiendo a respirar.
Que el sol que te circunda
te salude al verte pasar,
que el agua en la mañana
jamás te pueda ahogar.
Que el aire llene tu pecho
y se ponga rojo de gritar,
que hoy comienza a caminar.
no se atreva a tu traje manchar
y tu carne, todavía fresca,
con su muerte mancillar.
Que el fuego de Éfeso
en tu lengua, tu cuerpo, tu amar,
mantenga siempre la llama
del eterno deseo virginal.
Despierta, amigo, despierta,
atrévete a soñar,
comienza cada día
aprendiendo a respirar.
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